América Latina y el Caribe se encuentra en una encrucijada decisiva. Después de superar las turbulencias macroeconómicas provocadas por la pandemia de COVID-19 y los shocks inflacionarios posteriores, la región ha entrado en un período de relativa estabilidad. Las tasas de crecimiento han regresado a sus promedios de largo plazo, la inflación ha sido contenida en gran medida y muchos países han tomado medidas a favor de la consolidación fiscal. Sin embargo, persisten riesgos significativos, como la fragmentación del comercio mundial, la posible volatilidad de los mercados financieros y la incertidumbre en torno a las políticas económicas de las principales economías.
América Latina y el Caribe se encuentra en un momento crucial. Si la región enfrenta de manera directa sus desafíos macroeconómicos y adopta reformas prospectivas, podrá trazar un rumbo hacia una mayor prosperidad y resiliencia para todos sus ciudadanos.
FUENTE: BID