Una redistribución del presupuesto del Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) podría permitir que más de 112,000 peruanos salgan de la pobreza energética este año, según César Gutiérrez, ex presidente de PetroPerú y experto en temas energéticos.
Gutiérrez explicó que actualmente solo el 20% del presupuesto del FISE se destina a vales para la adquisición de gas licuado de petróleo (GLP). En contraste, un 40% se asigna a la expansión del gas natural y otro 40% a proyectos de electrificación, como la instalación de paneles solares. Según el especialista, esta distribución resulta insuficiente para abordar la pobreza energética que afecta a millones de peruanos, especialmente en áreas rurales. Así lo señaló en una entrevista con Radio Exitosa.
El experto destacó que cerca de 2.7 millones de peruanos viven en pobreza energética, y más de la mitad de ellos (1.3 millones) residen en zonas rurales donde todavía dependen de combustibles contaminantes como leña y carbón para cocinar. «Estos combustibles no solo ponen en riesgo la salud de las familias, sino que también generan un impacto negativo significativo en el medio ambiente», alertó.
Gutiérrez también expresó preocupación por la reciente decisión del gobierno de integrar la medición de pobreza multidimensional bajo el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). Considera que este cambio podría dificultar la identificación de hogares afectados por la pobreza energética y retrasar las soluciones urgentes que estos necesitan.
Revisión de los recursos del FISE
Para reducir la pobreza energética, Gutiérrez propuso dar prioridad al programa de vales del FISE. Según su análisis, un incremento del 5% en el presupuesto destinado a estos vales permitiría que más de 112,000 peruanos accedan al GLP en 2025. «Este ajuste, aunque pequeño, tendría un impacto significativo en la calidad de vida de miles de familias rurales, al reducir su dependencia de combustibles nocivos como la leña y el carbón», afirmó.
Asimismo, criticó la atención excesiva a los proyectos de gas natural en regiones como Cusco, Puno y Huancavelica. Según Gutiérrez, la construcción de redes de gas en estas áreas beneficia a un número limitado de hogares, sin resolver las necesidades inmediatas de miles de familias que requieren acceso a fuentes de energía limpias y asequibles.
Finalmente, subrayó que el programa de vales FISE ha sido una herramienta clave en la lucha contra la pobreza energética. En más de una década, permitió que más de 1.2 millones de hogares accedan al GLP y mejoren sus condiciones de vida. Sin embargo, advirtió que, sin una redistribución más equitativa de los recursos, Perú podría perder la oportunidad de abordar este problema social de manera integral.